Hasta 1971, el dólar de los Estados Unidos de Norteamérica (US$) usaba el patrón oro para soportar la validez de su moneda, hecho que estuvo enmarcado en los acuerdos de Bretton Woods. Sin embargo, a partir de 1971 este acuerdo se deja de lado para que a partir de ese momento, fuese la confianza en el país lo que sostuviese al US$ como moneda de referencia en el intercambio comercial internacional. Otras monedas duras que se aceptaban internacionalmente eran la libra esterlina de Gran Bretaña y en menor grado el franco suizo y el marco alemán. A partir de 1999 entra en vigencia en la mayor parte de los estados miembros de la Comunidad Económica Europea el euro como moneda fuerte para sus transacciones.
En paralelo al lanzamiento del euro, se había estado gestando un emporio comercial de proporciones mundiales, impulsado por la penetración del internet en la vida cotidiana y de las compras en línea. Ya para la segunda mitad de la década del 90’s, empresas como Amazon, e-Bay, entre otras, comenzaron a generar un movimiento comercial que aún hoy sigue en pleno auge. Siendo ambas empresas fundadas en los Estados Unidos, tomaron al US$ como moneda de uso para sus transacciones.
Sin embargo, los compradores debían poseer una tarjeta de crédito que fuese aceptada internacionalmente, limitando el acceso a una masa joven pero dispuesta y a algunos nacionales cuyos países sufrieran algún bloqueo a la adquisición de divisas. Para incrementar la accesibilidad de esta masa de clientes, e-Bay crea en 1999 una subsidiaria que se le conocería como Paypal, la cual funciona como un ente financiero internacional, al procesar pagos para adquisición de bienes o para la remuneración a individuos y empresas por servicios prestados. Todas las personas mayores de edad pueden tener acceso a recibir y pagar en moneda dura con solo poseer un correo electrónico. El reinado del dinero en la nube había comenzado.
La evolución de los medios de pagos continua y para el 2009 un programador quien dice llamarse Satoshi Nakamoto, creó una moneda digital que fue bautizada como Bitcoint, pero que en realidad es un protocolo de pagos, basado en la red P2P (pago a pago) y se caracteriza por ser descentralizado, no está respaldado por ningún gobierno o banco central y carece de seguridad jurídica. El carácter del Bitcoin es altamente especulativo y desregulado, por lo que escapa a cualquier control fuera del propio sistema Bitcoin, estando su futuro en entredicho. Expertos de la reserva federal de los Estados Unidos en declaraciones a CNN en Enero’18, le atribuyen un valor cero, con signos de haber sobrepasado los umbrales que le llevarían al desplome. En este caso, al no estar respaldado por ningún bien tangible, gobierno, entidad financiera o económica, sus poseedores se encontrarían indefensos. Sin embargo a la presente fecha, existe una “libre convertibilidad Bitcoint / Dólar” con su respectivo historial de fluctuaciones, lo que hace percibir a los tenedores de esta criptomoneda, una confianza que pronto podría ser puesta a prueba.
En lo que se refiere a los delirios de algún dictador tercermundista de crear e imponer una criptomoneda en particular, tal como el Petro en Venezuela, habría que recordar que al final de toda transacción, este Petro deberá tener una convertibilidad en moneda dura y su valor estará determinado por la confianza que el instrumento inspire. ¿Qué tanta confianza puede inspirar una criptomoneta nacida de las fantasías narcisistas de un dictadorzuelo rechazado por todo el mundo?
Por Marilyn García con información de CNN Money / Paypal /Bitcoint / Nelson Bocaranda-run runes